De higos y brevas
Los árboles
frutales dan una cosecha anual, excepto la higuera que proporciona frutos dos
veces al año, brevas en junio e higos en
septiembre (las fechas pueden variar algo, dependiendo de cada zona).
Este hecho
tan singular, que pasa con la higuera, no ocurre por casualidad, es debido a la
voluntad divina; aunque el auténtico culpable, de que esto sea así, fue de San
Pedro.
Cuentan que a
este apóstol le gustaba mucho el vino y, aunque solía beberlo con moderación, en cierta ocasión, tras una
larga caminata, se encontraba cansado y con mucha sed. Vio una higuera al lado
del camino, se sentó a descansar a la sombra del árbol, sacó la bota de vino (1), bebió más de lo que aconseja la prudencia, y se
puso muy contento.
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Higuera con higos |
Tan alegre estaba,
que comenzó a cantar una canción popular (2)
Jesús, que estaba
por allí, cuando oyó cantar a su discípulo, se acercó
- Te veo muy
alegre, Pedro ¿por qué estás tan contento?
San Pedro,
al ver que Jesús le había pillado en aquel estado de euforia, quedó muy
cortado, no sabía cómo salir del paso, y respondió así:
- Es que he comido
unos frutos exquisitos, me han sentado muy bien, y por eso estoy tan alegre.
- ¿Qué
frutos son esos que te ponen tan contento?, siguió preguntando Jesús.
El apóstol consideró que si respondía que era vino lo que había
bebido, a Jesucristo quizá esto no le gustase y suprimiría la vid; por ello,
pensó en un fruto que a él, particularmente, le gustaba poco y contestó:
- Son
los higos quienes me ponen tan contento,
Maestro.
Al oír esto,
Jesús dijo:
- ¡Bendito
sea ese fruto que te pone tan alegre! De ahora en adelante, la higuera dará higos dos
veces al año.
San Pedro,
cuando vio lo que había pasado, se enfadó mucho y se tiró de los pelos. Con lo
bueno que estaba el vino, si no hubiera mentido a Jesucristo, sería la vid, y
no la higuera, quien nos estuviese proporcionado dos cosechas al año. Se tiró
con tanta rabia del cabello, que se lo arrancó todo -cuentan que por eso era
calvo-.
Nota aclaratoria: En
realidad existen diversas variedades de higuera
y las comunes proporcionan sólo una cosecha al año, como el resto de los
árboles frutales. Es una determinada variedad, la Breval, la que da frutos en dos épocas del año: brevas, en junio-julio,
e higos en septiembre-octubre (Nuestros mayores decían: “Las brevas por San
Juán y los higos por San Miguel”), esto ocurre porque aquellos higos que no llegan
a madurar en otoño, quedan como aletargados en las ramas del árbol durante el invierno, madurando en
la siguiente primavera, en forma de brevas.
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(1), (2) He estado intentando averiguar si ya había botas de vino en aquellos tiempos, cuando Jesús andaba por el mundo, así como la letra de la canción que cantó San Pedro aquel día; pero,tras haber leído todos los libros del Viejo y Nuevo Testamento, tanto del Canon Bíblico como apócrifos, la verdad es que no he podido resolver dichas dudas